Cuando Paola y Alberto contactaron con nosotros sentimos un torbellino de emociones… Por un lado, nos entusiasmaba su historia y además nos encantaba la idea de fotografiar una boda en lengua de signos, al fin y al cabo siempre hemos buscado ser fotógrafos de bodas diferentes. También nos hizo muy felices el volver a Cantabria, nos encanta esa tierra. Pero teníamos miedo de no estar a la altura, de no poder comunicarnos bien y de enfrentarnos a lo desconocido.
Tenemos la suerte de contar con una buena amiga que es intérprete y sabe lengua de signos. Unas clases particulares de lengua de signos nos hicieron sentir mucho más seguros y cuando conocimos a Paola y Alberto a través de Skype todo el miedo quedó atrás.
Con ellos todo es fácil, natural y sencillo. Alberto es super comunicativo, siempre está de broma y es muy atento. Paola es divertidisima, creo que no la hemos visto más de 5 minutos seguidos sin soltar una carcajada. Son una pareja que te llena de energía, te hacen creer en la magia y que todo es posible.
Todo ese buen rollo y energía estuvo presente en toda la boda. Fue una fiesta en toda regla, de principio a fin. Todo el mundo parecía estar hechizado por esas buenas vibraciones que trasmitían los novios y todos lo pasaban fenomenal. Los lugares que eligieron para la celebración eran preciosos. Los milenarios muros de la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda, donde años atrás se casaron los padres y abuelos de Paola, fueron testigos del «Si quiero» silencioso que nos hizo estremecer a todos. Más tarde, durante la comida y la fiesta , en Santander volvimos a sentir la satisfacción de tener la oportunidad de contar historias tan únicas y de ver que estamos consiguiendo nuestra meta de convertirnos en fotógrafos de bodas diferentes.
Gracias Paola y Alberto por acercarnos un mundo hasta entonces desconocido para nosotros. Por enseñarnos el poder del silencio. Porque con vosotros aprendimos mucho y crecimos. Gracias, por confiar en nosotros.
Vestido: Pronovias
Zapatos: Menbur
Ramo: Flores Lucrecia
Traje novio: Vicente Trueba
Restaurante: Deluz